No recuerdo bien pero dinero no me faltaba, a mi familia a mi lado tenia, de amigos no carecía sin embargo había algo que no poseía y no sabia que era, trataba de sacármelo de la cabeza a diario. Y todo fue así transcurriendo con normalidad hasta llegar a mis 16 años. Mí alrededor se torno gris, las estrellas dejaron de brillar y comenzó mi complicada relación de amor-odio. Es una pena que algo tan lindo me haga daño, pero con el pasar del tiempo la belleza increíble que irradiaba se fue esfumando, en su lugar dejo el cadáver de los seres mas queridos que tuve, la sonrisa que brillaba quebró. Fue así como llegue a acostumbrarme a ti en poco tiempo.
Las primeras veces que salíamos eran por curiosidad, diversión garantizada por tu fama de excéntrica y espontanea. Me mostraste otro lugar, lejos de donde yo venia. No era tan malo o eso parecía. Éramos de mundos distantes tu pertenecías a la diversión a la calle y yo era de casa, de familia. Pero como es que ese deseo por ti me consumía día a día y no podía dejarte, te disfrace de compañera ideal mis ojos se cegaron mis oídos se cerraron.
Interminables viajes, visitamos el final de mil arcoíris, y dejamos al espíritu volar. Tu me mantenias alerta, rodando todo el tiempo. Tu me hacias sentir especial que era unico y que todo podia hacer, que era el mejor.
Perdí el control de la relación pese a que yo suponía ser el hombre, fuerte, que debía mandar, pero termine siendo el débil, el frágil que se sometía a tus encantos, que iluso fui.
Antes llegabas a mis manos casi sin esfuerzo alguno pero cada vez se hacia mas complicada tu presencia. No tenias enemigos, yo te protegía de las opiniones de los demás, en ese mundo que tu creaste para mi solo existíamos dos personas, tu y yo mi amor.
‘’ Vivir rápido, morir joven. ’’ Bajo ese ideal vivía yo. Y te acordaras de cómo termino. Termine siendo uno mas para ti uno mas de tantos que se ilusionaron contigo, con tu fresco aroma, tu inigualable placer, así como fuiste para mi la única pronto me entere que lo fuiste de todos los que alguna vez se fijaron en ti María Juana.
