jueves, 25 de febrero de 2010

Un alegre encuentro

Las finas piernas de la bella chica sentada en el asiento contiguo al mío en la combi de regreso a mi casa han cautivado alegremente mi atención. Miro por la ventana tratando de distraerme pero la triste y fea realidad que veo en las calles me impide continuar dañando mi vista, soy débil y debo regresar la mirada. No puedo dejar de contemplar aquellas piernas que demuestran un continuo uso del gimnasio y que posiblemente sean de salir a correr diariamente.

Yo casi nunca hago ejercicio, creo que he engordado bastante tiempo desde que deje de jugar aquellos partidos de fulbito con amigos del colegio. Ahora mi vida transcurre mas lentamente entreteniéndome con los partidos de futbol que pasen por la tele.

El viaje normalmente dura alrededor de una hora, que a las 6 de la tarde con el trafico de toda la atolondrada muchedumbre que sale de trabajar se complica y hace el transito mas difícil. Mis ojos ya no resisten y debo continuar espiando a mi acompañante. Disculpa? Escucho y mi Corazon se acelera. Trato de hacerme el loco agachando la cabeza y sacando mi celular para ver la hora.

Ha pasado mucho tiempo desde que deje de verme con Camila y ahora me doy cuenta que le hecho mucho de menos. Vivir solo en ese viejo departamento de la av. Pardo es muy nostálgico. Mis noches transcurren entre atiborrarme de comida chatarra y ron.

Sus rizos dorados llevan un ritmo muy marcado al compas de los baches de estas viejas pistas. No es que me moleste pero me estabas observando? Me he quedado helado. Levanto la mirada y la veo regalándome un bello espectáculo por el cual pagaría una gran cantidad con tal de tenerlo a diario. Esa sonrisa irradiaba una picardía y coqueteo descomunal. Sin embargo no había mucho que pueda hacer, soy débil. Me ruborizo de tal manera que comienzo a sudar. Respondo atropellando palabra tras palabra, Disculpanomehabiadadocuenta.

Ya es septiembre y aquel encuentro quedo en el verano de mi vida. Sin embargo aun por estos días tengo la ilusión de volver a encontrarla. Soy tan débil que pasajes así en mi vida son capaces de afectarme mucho, mas de lo que deberían.

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