viernes, 23 de octubre de 2009

Buen Viaje

Imagine que estaba recostado sobre los campos de fresas. El cielo era muy azul hasta que el tictac de los relojes comenzó a sonar y oscureció. Hubo una tenue luz que provenía de muy lejos, todo comenzó así.

Desperté y lo siguiente que supe fue que me sacaron de mi cama, aun estaba bajo los efectos del Vicodin. Habían analizado mi grupo sanguíneo buscaban algo supongo.

Nunca me gusto el mundo donde vivía y a decir la verdad prefería poder dejar atrás todo esto y vivir en ese campo de fresas que siempre añore. Después de eso me abrieron, pero cuando lo hicieron supongo que todo cambio dentro de mi, no era el mismo no se que pero algo había cambiado. Lo que si se es que pude haber volado lejos del suelo esta vez, casi había podido llegar a alcanzar el sol y bañarme en la luna mientras que detenía el tiempo con una sonrisa.

Alguien me esta llamando por mi nombre, no se quien es pero mientras los finos rayos de luz blanca ignoran los satélites y las bombas. Ese fue el punto de retorno, fue una noche muy solitaria. No es algo tan malo

El que crea los sueños te volverá loco y el astronauta me dijo que todos miramos hacia abajo y todo esta en nuestra mente. Somos un títere y divertimos a los demás.

Bien estoy de vuelta en casa y miro hacia delante en esta vida que me toco vivir, de todas formas se que me perseguirá y que le daré una nueva oportunidad.

Me encuentro atrapado en el medio. Entre el diablo y el inmenso mar azul, pero mejor le doy un buen vistazo antes de dar este gran salto. Me encuentro bien pero aun escucho estas voces. Justifican mi reclamo por las noches pero la gente aun no ha escuchado lo que tengo que decir, aun no, aun no lo han televisado.

Solía viajar del este al oeste pero se acabo. Desde ahora me resignare a aceptar que se a lo que sea que haga mi vida no cambiara y el momento en el que soy feliz debe ser forzado con un toque de LSD.

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